SALSAS PARA PIZZAS
Recetas y recomendaciones
RECETAS DE SALSAS PARA PIZZA
¿Qué tomate se usa para preparar salsa de pizza?
En preferencia y lo ideal seria hacerla con tomates frescos, pero la realidad es que muy pocas personas se van a poner a hacer una salsa de esta manera.
La mejor alternativa es realizarlo con tomate perita en lata, que podemos comprar en cualquier supermercado o almacén de barrio.
También está la opción de comprar tomate triturado en botella, aunque suele ser de menor calidad.
Por nada del mundo usen tomate triturado con el agregado de ZANAHORIA o REMOLACHA, tampoco el PURÉ de tomate (la mayoría de veces tiene muchos agregados que nada tiene que ver con el tomate).
¿Se cocina la salsa de tomates para pizza?
Depende que salsa de tomate vamos a realizar, pero como normal general no se suele cocinar la salsa.
En el único caso que cocino la salsa es cuando hago la salsa para pizza con cebolla (Ver receta), en cualquier otra receta no se suele cocinar.
Además muchos le ponen la salsa sin cocinar a la pizza para que se vaya cocinando junto con la pizza.
¿Qué condimentos y especies le podemos poner a la salsa?
La realidad es que se le pueden poner muchos condimentos, lo ideal y más recomendable seria que no estén todo juntos.
Lo más común es ponerle un poco de sal, orégano, pimienta, condipizza. Aunque va a gusto de cada uno.
¿Se le pone azúcar a la salsa de tomate?
En teoría la azúcar se le echa para bajar o corregir la acidez del tomate, pero en general muy pocos pizzeros le echan azúcar, por no decir ninguno. Creo que un Italiano no le gustaría tanto.
¿Se puede frezar la salsa de pizza?
Sí, podés realizar gran cantidad de salsa para luego meterla en el frezar, lo ideal es dividirla en porciones para luego usarla en una pizza individual.
Para descongelarla simplemente sacarla del congelador 45 minutos antes de usarla y dejarla a temperatura ambiente.
Historia de la salsa de tomate en la pizza
En el siglo XVI el tomate llego a Europa, en un principio no tuvo demasiada aceptación, la razón: el color del tomate hacia que muchas personas desconfiaran hasta llegaron a pensar que el tomate era venenoso.
En el siglo XVIII los prejuicios del tomate ya se habían acabado y se consumía habitualmente, en este momento apareció la innovación y a la masa plana (tipo Focaccia) que ya se vendía desde el siglo XVI se le agregó el desconfiado tomate.